sostenibilidad

Desde hace ya varias generaciones, los cultivadores holandeses de cebolla aplican el principio de rotación de cultivos, que se utiliza como un método eficaz para prevenir enfermedades y mantener el suelo en buenas condiciones. La semilla de cebolla de alta calidad asegura una germinación homogénea del cultivo. El suelo sin piedras, de arcilla marítima rica en calcio ofrece una excelente base para un crecimiento saludable.

La gestión integrada de plagas contribuye a que la utilización de plaguicidas se pueda reducir al mínimo. El clima moderado garantiza que la cebolla holandesa reciba precipitaciones regularmente y que no sufra los efectos de temperaturas extremas, por lo que el cultivo puede crecer en condiciones óptimas.

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